Dos ciudades en una

13 / 05 / 15

Gonzalo Tellería Olmos*
Presidente Comisión Urbanismo y Arquitectura

Las ciudades de nuestra conurbación Valparaíso-Viña del Mar-Concón se encuentran con severos colapsos de distinto orden: Vialidad, Estacionamientos, Saturación del Paisaje Urbano, Alta Densificación, etc. Todo ello revelando un desarrollo disonante o des-armónico y, por sobretodo, falto de una real planificación sustentable. Si bien esta realidad se visualiza en las tres ciudades de la conurbación costera, Viña del Mar reúne particulares conflictos.

La idea no puede quedar mejor definida que como está indicada en la Memoria Explicativa del Plan Regulador Comunal de Viña del Mar vigente, de diciembre de 2002: “Los Estudios de Reformulación del Plan Regulador, muestran que cada una de dichas zonas presenta tanto intereses en conflicto, como problemas funcionales y ambientales. Ellos reflejan los desajustes de un desarrollo armónico y toman distintas intensidades según cada zona. Entre los intereses a regular destacan en la ciudad, conflictos por interferencias en usos, de vivienda con otros usos, de vivienda entre tipologías distintas, de afluencia o uso intensivo de público y otros usos, entre usos privados y públicos, etc. Entre los problemas funcionales, destacan conflictos de congestión vehicular entre flujos de distinta naturaleza o propósito, entre flujos vehiculares y peatonales, congestión por falta de estacionamiento, por falta de continuidad en la red vial, por tamaño de ciertos establecimientos, por interferencia entre establecimientos industriales y otros usos, por altos flujos, etc. Entre los problemas ambientales destaca el deterioro de las diferentes zonas por contaminación, por ruidos de tránsito e industriales, por deterioro de la edificación y carencias de urbanización, por deterioro de los espacios públicos, de áreas verdes y de áreas residenciales por usos interferentes, por instalaciones precarias, etc.

A pesar de éste diagnóstico, en los más de 12 años transcurridos las autoridades han permitido que “se siga haciendo más de lo mismo”, aumentando –por tanto- aquellos conflictos señalados y haciendo menos sustentable y agradable vivir en la ciudad.

En el tema vialidad se construyó la 2ª etapa de la vía PIV (Reñaca) y la ampliación de Avenida Alessandri, sin embargo todo el flujo igualmente llega al nudo 15 Norte y Avenida Jorge Montt, zona completamente saturada en la ciudad.

Según los datos de la “Actualización Plan de Transporte de Gran Valparaíso”, preparado por SECTRA en abril de 2015, se observa que del total de 397.107 m2 de comercio existentes en Viña del Mar, 243.824 (el 61,40%) de ellos están en el Plan-Centro (cuadrante Álvarez-Los Castaños-15 Norte-Avenida Perú) un área que encierra una superficie de 3,52 km2 (9,51% del área urbana). Cosa muy similar ocurre al revisar las otras categorías; Salud, Servicios, Educación, etc.

En el otro extremo del estudio citado está Villa Alemana donde el centro sólo tiene el 39,2% del comercio existente.

Una constatación que toda la actividad comercial, turística, de servicios comunales y recreativos se encuentran en el borde-mar, obligando a una creciente población a desplazarse para satisfacer sus necesidades, derivando –con ello- en problemas de tráfico, de desplazamiento, de estacionamiento, congestionando y haciendo poco grato vivir en la ciudad.

La actual área metropolitana para Viña del Mar y Concón, de borde y plan, concentra prácticamente todas las actividades de nuestras ciudades y se encuentra colapsada en accesibilidad y desplazamiento, además de superposición de usos de suelo, en muchos casos incompatibles.

Sin embargo, también observamos, desde una mirada más holística de nuestro Valparaíso Metropolitano, que tenemos un eje orbital (Valparaíso a Concón) en el eje La Pólvora – Las Palmas – Ruta F30E que da un potente soporte estructural y abre insospechadas posibilidades de desarrollo urbano, creación de sub-centros, de equipamiento, etc. generando nuevas áreas metropolitanas a la existente.
En el eje orbital señalado se observan focos de desarrollo: Curauma, Universidad de Viña del Mar, Siete Hermanas, El Olivar, Santa Julia y Enlace Aeropuerto. Los de mayor significancia son Curauma, y, en actual crecimiento sostenido, Santa Julia.

Éste eje orbital contiene equipamientos de carácter metropolitano: Puerto Seco, Industria, Comercio a escala mayor, Subcentros, etc. Con un alto estándar de vialidad: Ruta 68, Ruta 60CH (Camino La Pólvora y Vía Las Palmas), Variante Agua Santa y Ruta F-30E (Camino Internacional) que conecta en forma rápida y expedita desde Valparaíso hasta Concón.

Con todo lo anterior, nos atrevemos a levantar una hipótesis: Existe la convivencia de dos ciudades en la misma comuna; una, la de “abajo” histórica y turística que contiene la mayoría de los servicios, comercio y equipamientos comunales, y, otra, la de “arriba”, que se ha ido desarrollando con un carácter más metropolitano en torno al eje orbital. Es en éste eje donde está realmente lo nuevo y que está siendo considerado por las planificaciones sectoriales.

De hecho el MOP habla de impulsar las “aguas arribas”, refiriéndose al eje orbital y las zonas superiores de estas ciudades, y que resulta coherente con un suelo disponible en Viña del Mar aún no ocupado (según PRC 44,86 Km2 y equivalentes al 55% del suelo disponible)

En ese orden de ideas resultan interesantes otros proyectos MOP 2010-2025:

1. Dotar de máxima conectividad (100%) a localidades más apartadas (categorías altas y críticas).
2. Dar conectividad vial, con estándar al menos de pavimento básico, al 100% de los destinos y atractivos turísticos regionales definidos como tal por este estudio.
3. Pavimentación Cuesta Balmaceda (Ruta F-730).
4. Construcción de variante al camino de La Pólvora.
5. Nuevo acceso vial a Valparaíso (sector Yolanda) por Cabritería con la prolongación de la Vía Las Palmas a la altura de la UVM.
6. Nueva ruta de acceso al puerto de Valparaíso más al suroriente de La Pólvora.

Cosa que igualmente corre para las Concesiones con:

1. Iniciativa de inversión, que ya fue ingresada al Banco Integrado de Proyectos de EFE, con el tren rápido Valparaíso-Santiago (proyecto que se estima podría concretarse en un lapso de 6 a 8 años)
2. Nueva Ruta Marga-Marga (Plan Maestro 12/24) que conecta Santiago-Lampa-Peñablanca-Viña del Mar, generando una circunvalación junto a la Ruta 68
3. Ampliación y mejoramiento de Variante Agua Santa, vinculada a la Ampliación de la Concesión de la Ruta 68 y proyecto Ruta Marga-Marga

En conclusión, consideramos importante relevar lo que está ocurriendo en la “ciudad de arriba”, en suelos urbanos disponibles, con vialidad de alto estándar y equipamientos de escala metropolitana, donde, aplicando los PDUC (Planes de Desarrollo Urbano Condicionado) –como ocurre hoy en la Provincia de Chacabuco- por agentes inmobiliarios en consenso con las autoridades y los IPT’s, podemos pensar una nueva forma de acceder a una ciudad más sustentable, armónica y grata para vivir. Y dejar, de una vez por todas, de “hacer más de lo mismo”, con la saturación y el caos ya consabido en la “ciudad de abajo”.


* Gonzalo Tellería es arquitecto de la Universidad de Valparaíso y Magister Economía Urbana (c) por la Universidad de Viña del Mar.