Inversión social: Más allá de los números

22 / 04 / 15

La Cámara Chilena de la Construcción anunció que durante 2015 los empresarios del rubro destinarán más de 11 mil millones de pesos para financiar sus programas sociales que consideran 226 mil cupos para beneficios orientados a trabajadores del rubro, de todo el país, y a sus familias.

Si bien se trata de una cifra muy significativa, tras esta “noticia” hay un trasfondo no financiero con el cual los constructores de Chile estamos cada vez más comprometidos y que nos motiva a seguir adelante en esta tarea.

Y es que, más allá de los números, vale la pena preguntarse ¿qué hay detrás de esta inversión?, ¿qué buscamos en la CChC con los programas sociales que ponemos a disposición de las empresas para que apoyen directamente a los trabajadores?, ¿es solo una ayuda asistencial la que estamos entregando o hay algo más?

Todas estas preguntas tienen respuestas muy concretas, las que se relacionan con la firme decisión del gremio de hacer un aporte diferenciador y real al mejoramiento de la calidad de vida de los trabajadores del sector y de sus grupos familiares, espíritu presente desde la formación de Cámara.

Con esta inversión, la CChC respalda a sus socios en el camino hacia una relación virtuosa con sus trabajadores y también con la sociedad. Muchos de los proyectos tienen la principal característica de abrir puertas antes siempre cerradas a los trabajadores del rubro, como el acceso a una mejor educación para ellos y sus hijos; a la capacitación y al perfeccionamiento en los oficios que han aprendido “a pulso” en su vida laboral; a una salud digna y de calidad; a la vivienda e incluso a actividades de recreación para ellos inalcanzables.

Con estos proyectos sociales, en la Cámara Chilena de la Construcción buscamos que las empresas socias puedan trascender en su vínculo con el trabajador. Que sea mucho más que el contrato de trabajo, la remuneración, el pago de las imposiciones, la entrega de condiciones de seguridad, avanzando en la implementación de acciones orientadas hacia la concreción de la sostenibilidad empresarial.

Hemos diseñado y puesto a su alcance una batería de programas que evidencian el valor agregado que está aportando nuestro gremio al crecimiento y al desarrollo del país ya no solo desde la naturaleza de su negocio, sino también a través del mejoramiento de la calidad de vida de las personas que hacen que este sea posible.

Los proyectos sociales de la CChC son mucho más que una ayuda asistencial. Cada iniciativa no significa que los trabajadores solo reciben un aporte puntual, sino que se trata de apoyos que tienen una proyección en el tiempo y que, en muchos casos, promueven la movilidad social de los participantes y de sus familias.

Y más aún. Con orgullo, podemos decir que hemos tenido especial preocupación por ampliar cada vez más el impacto nacional de estas iniciativas, y son muchos los proyectos que benefician a sectores postergados de la sociedad, no siempre ligados a la construcción, como los infractores de ley, preescolares y estudiantes de liceos técnico-profesionales en zonas vulnerables, mujeres trabajadoras…

Hemos depurado nuestra oferta. Y junto con aumentar la inversión, la hemos refocalizado en aquellas iniciativas de mayor impacto relacionadas con las áreas de educación, capacitación, salud y vivienda, sin dejar de lado otros ámbitos que cuentan con una alta valoración como el deporte, la cultura y el desarrollo social.

Uno de los proyectos que más impacto ha tenido y que nos llena de orgullo es el plan “Construye Tranquilo” que ya suma cerca de 30 mil inscritos en todo el país que cuentan con un programa de salud complementario para hospitalización.

Para seguir promoviendo la educación, estamos fortaleciendo la beca “Empresarios de la Construcción” que permite que los hijos de trabajadores del rubro, con alto rendimiento académico, reciban apoyo económico, académico, social y de orientación desde primero medio hasta finalizar una carrera de educación superior.

Podemos mostrar grandes avances también en el programa de Formación en Obra, que lleva la sala de clases a la propia faena, favoreciendo el desarrollo laboral del trabajador y la productividad de la empresa.

Más allá de los números, entonces, hay un compromiso serio, sostenido y creciente de nuestros empresarios con sus trabajadores, con las familias de ellos y también con el gremio. Porque, entre todos, estamos mostrando que el ejercicio empresarial socialmente responsable es un pilar para el desarrollo del país, tarea de la cual nadie se puede sustraer.

Max Correa Rodríguez

Vicepresidente CChC

Junto con aumentar la inversión, la hemos refocalizado en educación, capacitación, salud y vivienda.