Crónica de una bajada anunciada

09 / 12 / 14

Febrero del 2012 y las abundantes lluvias estivales bañan los suelos de la Provincia de Parinacota, nutriendo nuevamente las napas subterráneas que clamaban por el vital elemento. Este feliz escenario del altiplano contrasta con la mirada preocupada y temerosa de los habitantes de la costa de la región: “bajó el río”.

Cuando ocurre este fenómeno es probable prever daños a bocatomas, badenes e infraestructura regional, además de un perjuicio en la preparación de terrenos para las próximas cosechas, junto con un exceso de agua en cultivos como la cebolla, maíz y tomate.

Además, se desperdicia una gran cantidad de metros cúbicos de agua que serían determinantes en el desarrollo agrícola, líquido que se funde con el Pacífico. De hecho en la última gran bajada del 2012, la DGA informó que la bajada provocó golpes de agua cercanos a los 30 metros cúbicos por segundo en Azapa y 400 metros cúbicos por segundo en Lluta.

Otro punto importante es que la llegada de los ríos no sólo trae miles de litros de agua, sino que mucha basura, inhabilitando las playas del sector Chinchorro y Las Machas, provocando el cierre de la temporada en estos sectores y dando un feo espectáculo para los turistas. Quizás el único pero sea determinar el real aporte de sedimentos.

Por lo anterior, se hace imperioso aprovechar los recursos anunciados en el Plan de Zonas Extremas y sectoriales para, tras años de anuncios, concretar la construcción de los embalses Livilcar y Chironta (ambos ingresados al Sistema Nacional de Inversiones al 2004). El primero tiene una capacidad de 10 hectáreas cúbicas con un costo de 40 mil millones de pesos; el segundo alcanza las 17 hectáreas cúbicas, por un total de 48 mil millones.

Pero más allá de las cifras, es indispensable que estas obras se hagan de una vez, ya que serán determinantes en el desarrollo de dos importantes ejes de desarrollo regional, como agricultura y turismo, para así construir una mejor Arica y Parinacota.

Valentín Cubillos

Presidente CChC Arica.

Es imperioso concretar la construcción de los embalses Livilcar y Chironta.