El oasis que todos debemos cuidar y defender

05 / 11 / 14

Hace unos días recibíamos en nuestras oficinas a una experta en el tema urbanístico, quien nos entregaba una alarmante cifra respecto al oasis de Calama. Hace 40 años existían 8 mil hectáreas para uso agrícola. Hoy, en tanto, no supera las 800, cifra que sin duda debe llamarnos a la inmediata reflexión a todos pues está en riesgo un rasgo particular y único que nos distingue respecto a otras ciudades equivalentes en Chile y en Sudamérica, que debemos defender y cuidar ahora y no después.

Y así lo ha entendido siempre nuestro gremio, el cual el 2009 elaboró un documento denominado “Visión de Ciudad para Calama” en el cual aborda este asunto e, incluso, entrega algunas propuestas para dar sustentabilidad a largo plazo a la ciudad. Una de ellas pasa por identificar las propiedades de Bienes Nacionales y consolidarlas como áreas verdes públicas, integrar al oasis a la trama urbana mediante la prolongación de las vialidades necesarias e incentivar usos compatibles con la conservación del oasis, regulados por una normativa urbana que asegure dicha conservación; además de una fiscalización efectiva para su cumplimiento, entre otras medidas.

Esto último es clave por parte de las autoridades competentes para no seguir cediendo un centímetro de nuestro oasis. Por lo mismo se recibe de muy buena manera que la seremía de Agricultura en conjunto con el municipio local y los agricultores de Calama se hayan unidos para ratificar su compromiso de restringir las construcciones en terrenos con potencialidad agrícola, tanto en el sector rural como urbano, a fin de resguardar el oasis calameño. Son gestos que se valoran y que, especialmente, debemos seguir ratificando los empresarios de la construcción, pues no sólo se está resguardando un sector productivo sino principalmente una cultura y las tradiciones de nuestra gente.

En resumen, más allá de los afanes de expansión y de desarrollo que queremos todos para nuestra ciudad y sus habitantes, no debemos de perder nunca de vista que si no hacemos algo ahora perderemos un patrimonio natural que difícilmente podremos recuperar para nuestras futuras generaciones, que sin duda nos pasarán la cuenta si así no lo hacemos o por lo menos no lo intentamos quienes tenemos en nuestras manos la bendita tarea de construir ciudad.

Luis Farías Muñoz

Presidente de la Cámara Chilena de la Construcción Calama

Hace 40 años existían en Calama 8 mil hectáreas para uso agrícola, hoy no supera las 800.