Peligrosa Combinación: Contracción e Incertidumbre.

30 / 10 / 14
Cristian-Prieto.jpg Cristian-Prieto.jpg

Una expectativa es algo que se considera probable que suceda, es un supuesto que considera el cambio de múltiples variables en el tiempo, y puede evolucionar en forma rápida positiva o negativamente una vez las variables adquieren certezas. Existe una peor combinación económica que aquella relacionada con bajas expectativas de crecimiento; se produce cuando las variables que se presentan son objetivamente negativas en un escenario de incertidumbre. Esto ya ha sucedido en la historia de nuestro país y de muchos otros. Los indicadores de la industria reflejan este cambio en las variables, y el índice de la industria de la construcción - un termómetro de actividad reconocido en  todos los sectores - constituye una de las señales más importantes para entender la fase en la que se encuentra la economía de un país, basta observar el comportamiento de estos índices en Europa para entenderlo. El Índice Mensual de Actividad de la Construcción (IMACON) - elaborado por la Cámara Chilena de la Construcción - disminuyó 1% Anual en Junio, experimentando así su primera contracción en cuatro años y medio (desde Diciembre de 2009). El panorama en esta industria no es de expectativa negativa, sino que de contracción, algo nada de alentador. Esta desaceleración que se está observando confirma la menor actividad prevista por CChC tanto en el área de infraestructura como de vivienda, en línea con la pérdida de dinamismo de la economía en general. El esperado pero sorpresivamente bajo IMACEC de Junio, el peor desde Marzo de 2010, confirma que la recuperación recién se podría observar en el cuarto trimestre de este año por una base de comparación menos robusta en un escenario extremadamente volátil. Vamos al segundo elemento de la peligrosa combinación - la incertidumbre - asociada principalmente a las reformas recientemente impulsadas cuya conclusión no se observa con claridad. En lo referente a la Reforma Tributaria,  CChC espera asegure la generación de adecuados incentivos para la inversión y el ahorro, y en materia sectorial, el nuevo tratamiento tributario de la vivienda es un cambio radical a la histórica política nacional que consideraba la vivienda como un bien social. La situación de borde que se producirá en las viviendas de costo de construcción de 2.000 UF será compleja debido a los accesos a subsidios y exenciones de impuestos, y provocará una discriminación arbitraria entre personas de similares condiciones económicas. En el ámbito Regional y no menos importante, corresponde agregar la incertidumbre que genera el anuncio de eliminar las Leyes de Incentivos a la Inversión. Concordamos en la necesidad de revisión de los instrumentos luego de años de experiencia y aplicación de aquellos actualmente vigentes, pero en un sentido de mejora y perfeccionamiento. Es necesario observar su resultado y si se ha cumplido el espíritu y los objetivos originales del legislador, considerando también el contexto de su origen. Sin embargo, también creemos que este análisis se debe dar bajo un escenario de certidumbre, y con el tiempo necesario que permita recabar toda la información necesaria para concluir sobre una base profundamente informada económica, social, técnica y jurídicamente. Prueba de la complejidad es que la actualización de tres de las principales leyes de Incentivos a la Inversión - Ley Austral, Bonificación la Mano de Obra y Bonificación a las Inversiones y Reinversiones - ingresó a primer trámite constitucional en Noviembre de 2011, un mes antes del vencimiento del primero de ellos, y tuvo una tramitación superior a un año, generando no solo incertidumbre sino que un freno a las inversiones productivas. En su tramitación, y como fue de conocimiento público, se logró consensuar no solo distintas visiones políticas, sino que sumar las de sectores sociales y trabajadores, incorporando artículos con beneficios importantes para todos los actores regionales. Se añade una mayor complejidad si se piensa que las Leyes de Incentivos a la Inversión buscan establecer una base de incentivos a las zonas extremas, por lo que un análisis serio requeriría incorporar al menos de norte a sur la Ley Arica, Ley Tocopilla, Ley Austral, Bonificación a la Mano de Obra, Bonificación a la Inversión y Reinversión, Ley Navarino, y Ley Tierra del Fuego, cuyos orígenes, objetivos, duración de los beneficios, y categoría jurídica de los contratos que generan son diversos. La Cámara Chilena de la Construcción estará siempre dispuesta a colaborar en todas las iniciativas que conlleven el perfeccionamiento de los instrumentos de inversión, a su eficacia y eficiencia fiscal, sin embargo debe ser realizado bajo un escenario de certidumbre, alineando a todos los actores de la región, y sobre la base de un profundo análisis técnico que considere de alcances económicos, sociales, jurídicos.

Cristian Prieto Katunaric

Presidente CChC Punta Arenas

El panorama en esta industria no es de expectativa negativa, sino que de contracción, algo nada de alentador.