Las oportunidades de La Serena

08 / 09 / 14
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470 años no pasan en vano. Y eso bien lo sabe La Serena, la que durante años ha destacado por sus atributos turísticos, de servicios y de calidad de vida. Durante el año de gestión que llevamos como mesa directiva regional de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) La Serena hemos podido participar de diversas instancias que han mediado para un fin superior: El crecimiento de la comuna y la conservación de sus atributos.

Cuando llegué hace varios años a la ciudad desde Viña del Mar para estudiar ingeniería civil industrial en la Universidad de La Serena, primaba un factor de tranquilidad que se mezclaba con una potente actividad de servicios y comercio. Hoy tenemos turismo de intereses especiales, un auge inmobiliario y grandes obras de infraestructura pública.

En todo caso, los desafíos que se vienen son fuertes: Formar la zona metropolitana con Coquimbo la próxima década, mejorar los índices de calidad de vida, aumentar los modos de transporte y priorizar el ordenamiento territorial.

ÁREA METROPOLITANA
Los pronósticos son claros, de los actuales 414 mil habitantes que hay en la conurbación, habrá un aumento de 100 mil en la próxima década, lo que implicará convertirse en la quinta zona metropolitana de Chile. Ello no sólo implica entrar en el club de las ciudades más importantes del país, sino que también dar cobertura a las demandas -por ejemplo- de densificación y donde se aguarda el arribo de 16 mil personas por año.

¿Estamos preparados? Acá hay muchos factores que analizar, pero quiero detenerme en la necesidad de trabajo conjunto entre ambas comunas. Para ello, como gremio hemos impulsado un proyecto piloto en Huachalalume, donde los municipios de La Serena y Coquimbo deben actuar de la mano y están ante una oportunidad única de marcar un hito: Sería la primera vez que desarrollarían un plan estratégico común. El camino es sumar ideas, diseñar propuestas y ejecutar iniciativas sanitarias, educativas, viales y de inclusión para las cerca de 1.000 familias que considera el proyecto.

La meta es crear una institucionalidad que mejore el gobierno de la ciudad; confeccionar un sistema de participación ciudadana claro, informado y socialmente válido; y garantizar la disponibilidad de suelo de modo que la mayor cantidad posible de familias elija dónde localizarse.

MÁS CALIDAD DE VIDA
En mayo pasado nos llevamos una sorpresa de dulce y agraz. En la Semana de la Construcción, que impulsa año a año el gremio, se entregó el Índice de Calidad de Vida Urbana que desarrolla la Pontificia Universidad Católica de Santiago mandatada por la CChC. Allí fuimos testigos del descenso de La Serena en el listado de 93 comunas donde, no sólo salió de las diez primeras, sino que descendió 25 lugares, para situarse en el puesto 35.

Muchos adujeron los constantes problemas viales como el principal responsable de la baja, sin embargo, el análisis es mucho más exhaustivo: Nos faltan especialistas médicos, carecemos de infraestructura hospitalaria, las grandes inversiones no se traducen en generación de empleo, entre otros factores.

Por ello, como privados hemos puesto a disposición observaciones que van en la dirección de gestionar incentivos fiscales para que profesionales especialistas vengan a La Serena, lo mismo para las empresas, quienes podrían acogerse a una franquicia o bonificación por trasladarse a la comuna. Créanme que muchos empresarios le darían más de una vuelta a esa idea si existiesen dichas condiciones.

MEJOR TRANSPORTE
Entre La Serena y Coquimbo se generan diariamente 528 mil viajes y la mitad corresponde a transporte público, que se remite a movilización mayor y menor, es decir, colectivos y microbuses. Claramente eso ha implicado disponer de más tiempo de desplazamiento, debido a la congestión vehicular con un parque automotriz en La Serena de más de 66 mil unidades.

En una ciudad diseñada con tintes coloniales, debemos ganarle espacio a su característico orden arquitectónico. Por esta razón es que debemos ampliar los modos de transporte y pensar en alternativas que descompriman el centro y aumenten el servicio. Pienso, por ejemplo, en trolebuses de primera generación que movilicen a 180 usuarios por vías exclusivas o en un metrotrén que en 15 minutos conecte La Serena con Coquimbo.

Ambas soluciones suman más de US$400 millones, no obstante, el sistema de concesiones en Chile ha dado muestras de su eficacia, traspasando la responsabilidad a privados y evitando el gasto excesivo para el Estado. Como gremio hemos impulsado ante las autoridades la necesidad de fortalecer esta lógica, además de la creación de una Agencia de Infraestructura que le dé autonomía a las regiones y permita agilizar la asignación de recursos.

Además, no debemos pasar por alto ejemplos de integración social que representan una solución de transporte como el metroclable de Medellín, sistema que conocimos en una gira técnico público - privada en abril pasado a Colombia. Es la misma gente de los sectores altos de Medellín quienes ocupan este medio de desplazamiento para llegar al centro de la ciudad, asimismo, se encargan de cuidarlo y, en algunas ocasiones, de operarlo.

ORDENAMIENTO TERRITORIAL
En nuestras reuniones periódicas con el Minvu hemos podido darnos cuenta de la necesidad de contar con una regulación territorial que sirva de hoja de ruta para las inversiones públicas y privadas. Hoy, 14 de las 15 comunas de la región se encuentran en proceso de actualización de sus Planos Reguladores Comunales, lo que implica dar nuevos aires a instrumentos ya obsoletos.

Los casos más emblemáticos son los de La Serena y Coquimbo, que deberían ver la luz en dos años más. No contar hoy con una zonificación y definición de superficies productivas, residenciales y de esparcimiento, significa operar a ciegas.
Es necesario reformular el sistema de planificación urbana para que responda efectivamente a los requerimientos de la ciudadanía y aumente la certeza jurídica para las inversiones. En esa línea, hemos sido férreos defensores de que las autoridades implementen y hagan seguimiento a la Política Nacional de Desarrollo Urbano.

En definitiva, como CChC queremos que La Serena siga un camino esplendoroso donde entes públicos y privados, autoridades y ciudadanía, inversionistas y beneficiarios, puedan disfrutar de una mejor ciudad con constantes expectativas de crecimiento y así no perder uno de nuestros mayores atributos de competitividad: La calidad de vida.