Licitaciones en Playa Blanca

Recientemente, el Ministerio de Bienes Nacionales inició su plan 2014 para licitar más de 300 inmuebles a nivel nacional. Nuestro gremio apoya la licitación de terrenos y la participación de todos los actores en ofertas abiertas y de mercado.

Creemos que un sector de 5 a 10 hectáreas, como Bajo Playa Blanca, es un tamaño adecuado, ya que permite una amplia participación y la incorporación de empresas locales. Sin embargo, al tener un diseño de macro urbanización que incorpora usos de suelo destinados a espacios públicos y equipamiento; solo el 50% del suelo después de urbanizar se destinará a vivienda, eso significa que prácticamente se duplica el precio de compra y eso limita la oferta a viviendas de elevado costo.

En el caso del sector de Alto Playa Blanca es difícil materializar la construcción de viviendas sociales, principalmente por los costos de habilitación técnica de los terrenos, ya que antes de impulsar el desarrollo urbano de esta zona es necesario contar con la infraestructura vial adecuada, equipamiento, factibilidad sanitaria y eléctrica necesaria, las cuales se traducen una elevada inversión privada.

En cuanto al valor del suelo de la licitación -1.15 UF aprox.- enfatizamos que si luego hay que asumir los costos de urbanización e incorporación de servicios, es elevado, ya que se aumenta el valor final condicionando la oferta futura.

Además, vemos con preocupación que no se hace una precalificación de los oferentes; y al ser Alto de Playa Blanca un solo lote nos preocupa la concentración de terreno en un solo propietario, que podría no ser del sector inmobiliario y construcción, es decir, que se adquiera terreno para especular y por lo tanto no se garantice el inicio de obras.

Lo anterior no soluciona en lo inmediato unos de los principales problemas de nuestra ciudad: la segregación urbana. En Iquique prácticamente no existen viviendas nuevas para la clase media o más desposeída. Todos los proyectos inmobiliarios, incluso los más pequeños, parten de costos que no son alcanzables para todos; y esto no es por voluntad de las constructoras, sino que es consecuencia de los elevados costos de los terrenos en la ciudad.

Enrique Guajardo Castillo
Presidente Regional
Cámara Chilena de la Construcción