“La Cámara me ha demostrado que uno es capaz de hacer cosas por el bien común”

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Este Ingeniero Civil de profesión y uno de los fundadores de la CChC Rancagua, recuerda cómo se formó esta asociación gremial en la región y destaca el aporte entregado por los socios a la comunidad durante más de veinte años.

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Paolo Brizzi Baratta, es un destacado empresario ligado a la construcción e italiano de nacimiento que llegó al país a la edad de quince años para luego ingresar a estudiar Ingeniería Civil en la Universidad de Chile. 

Brizzi tiene una vasta trayectoria laboral, sus inicios fueron en Sercotec Santiago, luego trabajó en Sewell, prestó servicios al Grupo Edwards y en el año 73 regresó a Italia, pero esta vez con su esposa María Elena Vega y sus seis hijos.

“En el año 78 volví a Chile para trabajar en una empresa ubicada en Rengo como Gerente General, hasta que llegó la crisis y las empresas empezaron a cerrar, ya no había más trabajo para ejecutivos así que tuve que independizarme. Ahí comienza mi historia en la construcción con mis primeras casas para el Sindicato de Codelco”, comenta uno de los primeros socios de la CChC Rancagua.

En el 85 formó la empresa Domus; que en ese entonces era la más grande de la región construyendo obras para El Teniente; y para el año 87 lo escogen como Presidente de la empresa. 

¿Cómo se fundó la Cámara?

Un día de ese mismo año (1987) nos visitó el Presidente de la Cámara de Santiago y empezó a contactar a una serie de empresarios que estaban acá, entre ellos la Constructora Domus donde yo era socio con otra persona. Nos citaron a una reunión en un restaurant y nos explicaron de qué se trataba, querían abrir una oficina y contactar socios. 

Lo encontramos interesante. Recuerdo que habíamos unas quince o veinte personas en dónde se nos explicó cómo funcionaba. Había que elegir a un Presidente y un Vice-presidente, se hizo una votación y yo salí como Presidente y Eduardo Borlone como Vicepresidente, partimos con una oficina que yo tenía en Independencia arriba del local Reina Victoria.

¿Cómo llega a consolidarse la Cámara?

Nuestro primer trabajo era empezar a reunir socios. Un día hicimos un cóctel con Germán Contreras que era el Secretario en ese momento,  fijamos esta primera reunión y solo llegaron como dos o tres personas que en realidad éramos nosotros mismos jajaja, pero no nos desanimamos y logramos partir con quince socios, comenzamos a fijar reuniones mensuales y la asociación fue creciendo.

Por idealismo muchos han trabajado en la Cámara, las ganas de mejorar nuestro sector, de querer construir con calidad, querer que nuestros trabajadores de algún modo vivan mejor que antes, querer ser más justos y querer levantar el nivel técnico; creo que con los años lo hemos logrado.

Se nota el aporte de los socios, yo que he viajado harto se ve que en Chile la construcción es buena. Destaco que sea un gremio dedicado a los socios y a los trabajadores de las empresas socias, pero además hay que reconocer la gestión de los buenos presidentes que hemos tenido y que han sabido manejar la poca plata que teníamos y que con buenas inversiones se multiplicó.

¿Qué significa para usted la Cámara?

Yo asumí la responsabilidad de ser Presidente y desde ese entonces he tratado de demostrar que uno es capaz de hacer cosas para el bien común. Pienso que en la vida uno no está solamente para ganar plata y vivir bien, sino que además de formar una familia y tener bienes, también debemos dejar una huella en la sociedad. Para mí eso es una satisfacción- quizá un poco idealista- pero creo que el reconocimiento de los demás se ve con las acciones que tú haces para la comunidad y a través de la Cámara, lo he hecho, lo que me ha dado muchas satisfacciones.

¿Qué desafíos presenta hoy la asociación?

La Cámara se hizo muy grande y ha cumplido muy bien la tarea y el trabajo con los socios, pasando por el tema de las leyes hasta los impuestos. Pero creo que hoy debemos enfocarnos de forma más individual, llegar a cada uno de los trabajadores, por ejemplo con asesorías tributarias, asesorías jurídicas y asesorías incluso en el mismo trabajo.  A futuro veo a la Cámara mucho más cerca de sus socios y preocupándose de forma personal por cada uno de ellos.