Fernando Herrera realiza charla “Crecer con equilibrio” en Copiapó y Vallenar

Invitado por la CChC Copiapó y en el marco del ciclo “Visión Regional”, organizado por el Diario Atacama, el Presidente de la Comisión de Urbanismo de la CChC realizó una exposición donde abordó los temas más importantes a desarrollar para que las ciudades puedan crecer en armonía entre vivienda e infraestructura, tomando en cuenta la calidad de vida de los ciudadanos.

El jueves 18 de julio, en el Hotel Casino Antay de Copiapó, y el viernes 19, en el Hotel Garra de León de Vallenar, se realizó la charla “Crecer con equilibrio”, dictada por el Presidente de la Comisión de Urbanismo de la Cámara Chilena de la Construcción, Fernando Herrera García. En la exposición abordó la importancia de que las ciudades crezcan de acuerdo a las necesidades de quienes las habitan, tomando en cuenta la realidad de nuestro país y, particularmente, de lo que ocurre en Atacama.

La charla comenzó haciendo referencia al crecimiento de la población urbana en el mundo, en contraste con la disminución cada vez más acentuada de la población rural, relacionado a la búsqueda de mejores oportunidades por parte de las personas. Esto conlleva una serie de desafíos, que fundamentalmente se encuentran en cómo las ciudades modernas deben empecer a crecer en armonía con las pretensiones ciudadanas.

En Chile, hoy contamos con una relación 90-10 de población urbana y rural. Esto, sumado a un crecimiento económico progresivo en los últimos años del país, ha llevado a que los ciudadanos comiencen a tener mayores pretensiones. “Aumentan los ingresos, aumentan las aspiraciones”, graficó al respecto Fernando Herrera en la charla. Emergen las llamadas “exigencias de segunda generación”, que van de la mano de lo que las personas perciben como calidad de vida.

Mayor participación ciudadana

Para poder asumir estas demandas, como comentó el experto en urbanismo, es importante establecer instrumentos de planificación urbanos que se adecuen: “Creemos que es muy importante que la ordenanza se modifique para establecer también estándares en materia urbana, vale decir, metros cuadrados de áreas verdes por habitantes, cercanía de las viviendas con los sectores de servicios públicos, temas de vialidad y conectividad, etc… Se tienen que definir los estándares mínimos que hay que cumplir. Una vez realizado este proceso, vamos a poder cuantificar cuál es el déficit que existe en nuestra ciudad”.

Actualmente, según un catastro del MINVU y de la CChC, faltarían alrededor de 150 mil nuevas viviendas en Chile y hay que sumar a este número un déficit cualitativo, del orden de 320 mil viviendas, “que son viviendas construidas en el pasado con la mejor intención, pero que hoy no cumplen los estándares mínimos de habitabilidad”, explicó en la ocasión el Presidente de la Comisión de Urbanismo de la CChC. Se deben generar nuevos espacios físicos en las ciudades, que apunten a la integración social.

“La participación ciudadana debe ser mayor y va a ir aumentando cada vez más. Los instrumentos de planificación deben recoger eso, desde el inicio, para saber sus sensibilidades, objetivos y que después estos instrumentos sean la solución técnica para estos objetivos que se han definido previamente. Por lo mismo, es importe que los ciudadanos elijan cómo y dónde quieren vivir, pero haciéndose cargo de que su decisión no afecte las necesidades de otros ciudadanos y eso se llama hacerse cargo de las externalidades negativas de nuestro crecimiento”, comentó al respecto el especialista.

Realidad urbana de Copiapó y Vallenar

Fernando Herrera analizó, tomando en cuenta el “crecer con equilibrio”, las necesidades de ambas urbes de la región de Atacama y los principales focos donde se debe poner atención para generar desarrollo. Como fundamental se visualiza el uso eficiente de agua y una mayor capacidad de generación energética. “Poniéndolos en los top ten, yo creo que en primer lugar está el agua. Me parece que es fundamental si se puede acelerar el tema de la planta desaladora, porque este déficit es una limitación al crecimiento. En segundo lugar, la electricidad, por todo lo que significa y hoy está siendo el freno de muchos de los proyectos mineros porque tienen un costo más alto de lo que pueden tener en otros lugares”.

El uso del suelo también adquiere una preponderancia en este proceso de desarrollo. La actualización de los planes reguladores comunales (PRC) debe darse de manera más acorde a los procesos de crecimiento. Un ejemplo es la ciudad de Vallenar, que no actualiza su PRC desde 1982. De esta manera, la necesidad de que las ciudades tengan una nueva extensión (para nuevos usos urbanos en la ciudad), densificación (para la optimización de la ubicación de los habitantes con respecto a los servicios) y renovación (para áreas verdes, por ejemplo), podrían realizarse de manera más eficiente en la ciudad.

Dentro de este proceso, Fernando Herrera destacó que hay que manejar las externalidades porque “se han convertido en una especie de extorsión a los emprendimientos. Es muy importante manejar este tema. Por ejemplo, en Estocolmo tienen planta de tratamiento de residuos en el medio de la ciudad y nadie se queja, pero no hay olores, no hay molestia, todo se genera de forma razonable. También la industria tiene la capacidad de poder funcionar conjuntamente con los sectores poblados, sin afectarse mutuamente y eso se puede hacer. Hay que hacerlo bien y conjuntamente con la comunidad”.

Por último, para mejorar el crecimiento con respecto a la calidad de vida de las personas, el Presidente de la Comisión de Urbanismo de la CChC destaca la importancia de un trabajo en conjunto y coordinado entre los actores públicos y privados: “Estamos en el mismo país, los mismos ciudadanos, podremos cambiar de uno u otros del Gobierno Político, pero al final todos vivimos en Chile. Todos los países exitosos tienen acuerdos público-privados y no he conocido un país exitoso en que exista constantemente un conflicto entre estos protagonistas que es el principal freno para el desarrollo”.

En la exposición abordó la importancia de que las ciudades crezcan de acuerdo a las necesidades de quienes las habitan.