Construcción: el fin de un ciclo muy positivo

18 / 07 / 13

Opinión Alejandro Vidal, presidente regional CCHC

Hace pocos días la Gerencia de Estudios de la CChC dio a conocer al país el Informe MACh 38, que entregó datos que confirman el fin de un ciclo muy positivo de la construcción y el comienzo de una desaceleración del sector.

En efecto, durante los dos últimos años la construcción registró una expansión superior al promedio histórico de la industria, pero las estimaciones para este año se ajustaron a la tendencia histórica del sector. En cifras, el crecimiento de 7,3% proyectado para este año a fines de 2012, se redujo a 6,6 por ciento.

De esta manera, como lo explicó la Cámara, el sector construcción crecerá a una tasa menor a la que podría haber alcanzado según sus potencialidades, fundamentalmente porque se ajustó a la baja el crecimiento esperado de los distintos subsectores que la componen: vivienda, con un avance en torno al 2%; e infraestructura, afectada por una menor ejecución de inversiones en infraestructura productiva privada como energía y minería, además de una menor ejecución de infraestructura pública (influida por las concesiones detenidas y el rezago en la ejecución de los presupuestos ministeriales sectoriales).

Todo este cuadro de menor expansión para 2013 se observa también en el debilitamiento del comercio exterior, la desaceleración observada en la actividad y demanda interna, una baja presión inflacionaria y una depreciación –leve aún- del tipo de cambio. A todo ello se debe sumar el complicado panorama externo y las incertidumbres propias de un año electoral atravesado por las promesas de campaña.

En este escenario, y si bien está supeditada a la marcha general de la economía del país, la proyección de la Cámara para 2014 es un de crecimiento de la construcción en torno al 5,8% anual.

Por otra parte, esta misma semana el Banco Central evidenció en el segundo trimestre condiciones crediticias más restrictivas en el sistema financiero para constructoras e inmobiliarias y una baja en la demanda tanto de empresas como de personas, advirtiendo un debilitamiento en la demanda de créditos hipotecarios y de consumo.

Y si los bancos están restringiendo sus créditos, es porque ven signos claros de una desaceleración. De hecho, según las cifras del ente emisor, la construcción anotaría un avance de 5,6% en 2013 y de 4,8% en 2014.
Pese a ello hay estudios de organismos privados y universidades que revelan que el crecimiento del PIB, que éste año cerrará en torno al 4,5%, estará impulsado fundamentalmente por los sectores de minería y construcción.

Esto, que es un hecho muy positivo, también es una alerta porque el ritmo de la construcción disminuiría principalmente producto de que es una actividad fuertemente vinculada con las inversiones. Y lamentablemente durante los últimos meses hemos sido testigos de la suspensión de importante proyectos mineros y energéticos, lo que sumado al menor dinamismo del mercado inmobiliario, conspira en contra del crecimiento de la construcción.

En síntesis, con la baja del precio del cobre y los altos costos de la energía, se han frenado muchas inversiones mineras que sustentan buena parte del crecimiento del país. Se suma a esto la incertidumbre con respecto a la política contingente, especialmente en temas como las anunciadas reformas tributarias y ciertas amenazas a la estabilidad de las instituciones.

Pero pese a todo, la construcción seguirá con cifras positivas tanto a nivel regional como nacional, este año y el próximo, pero desacelerándose. Y por lo mismo se debe tener presente que las buenas noticias para la construcción, son buenas noticias para toda la actividad económica nacional y regional, y también para los trabajadores y la comunidad. Ello pues ningún rubro dinamiza tanto las actividades productivas y de servicio como la construcción.

Sería oportuno entonces, adoptar todas las medidas necesarias que estimulen la inversión y que permitan mantener el dinamismo. En ese escenario, es necesario fomentar la actividad concretando proyectos postergados, levantando trabas a nuevos proyectos y facilitando en todo sentido la materialización de inversiones sectoriales.