La vialidad urbana en Copiapó: Un gran desafío

07 / 06 / 13

El crecimiento rápido en corto tiempo nos ha traído problemas serios de desarrollo y de estándares, para nadie es novedoso decir que ha habido poca visión de futuro, descoordinación, estudios realizados y aún no aplicados al aumento del parque automotriz, que tiene cada día más efectos negativos y exige medidas de urgencia. Los tiempos de viaje se han deteriorado y el aumento de la congestión, sobre todo en las horas de alto flujo, es notorio. Eso implica, como puede desprenderse, una baja de calidad de vida para todas las personas que vivimos en esta ciudad y una preocupación al respecto.

Tomando en cuenta esta premisa y buscando ser parte de las soluciones, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Copiapó busca potenciar la alianza público-privada, con una mirada integral de la ciudad en la búsqueda de una adecuada infraestructura de uso público. Si bien es cierto que el problema mayormente se extiende a la falta de obras que permitan dar respuesta a estas demandas, no es menor la falta de gestiones haciendo racional el uso de los medios disponibles.

Las políticas urbanas regionales debieran estar fuertemente coordinadas con las políticas de transporte para resolver estos problemas de congestión (Ministerio de la Vivienda, Ministerio de Obras Públicas, Secretaría de Transportes (SECTRA), Ministerio de Bienes Nacionales, Municipio). Hoy nos enfrentamos a situaciones que urgen tomar medidas preventivas para evitar el agravamiento del transporte en la ciudad al ser afectados los ejes longitudinales y transversales  por los nuevos edificios, condominios, mall, supermercados y otras construcciones que descargaran su flujo sobre esta constreñida y débil trama urbana. Estas nuevas construcciones, cabe decirlo, no son el problema, pues es un síntoma del crecimiento de la ciudad; el problema es la poca visualización que se ha tenido para poder mitigar el impacto urbano que pueden generar y de ahí la necesidad de un plan integral apoyado por distintos actores de nuestra sociedad.

La retrasada definición del Plan Regulador Comunal y del Plan Intercomunal Costero, agregan una impronta de incertidumbre para revertir las congestiones críticas. Si a ello agregamos la demora en el término del Plan del Sistema Urbano de Transporte para Copiapó y las recomendaciones que de allí debieran sugerirse en obras, no garantizan resultados oportunos ante la dinámica de crecimiento de la ciudad.

Ahora, al referirnos a la vialidad urbana conjugamos varios aspectos y elementos a tener en consideración. Entre éstos, podemos comentar el abrochar el área del sector de El Palomar con el área central de la ciudad, ya sea a través de puentes urbanos que conecten los callejones con la avenida El Palomar y su extensión; tener en consideración la posible conurbación entre Copiapó, Paipote y Tierra Amarilla; dar continuidad a las calles que cruzan transversalmente la ciudad, la ampliación y mejoramiento del acceso sur y sus calles laterales o desahogo, las conexiones y salidas del sector poblacional de Rosario por calle Vallenar a través de la ruta 5, con un paso desnivel hacia El Palomar; el nudo vial que debe producirse en la Avenida La Paz con los puentes carreteros y el acceso a las instalaciones comerciales de la rivera sur del río Copiapó, por lo que es importante la solución que debe darse a la entrada y salida del acceso a estas instalaciones comerciales en construcción y que necesariamente deben conectarse con la Avenida Copayapu (ruta 5); las costaneras en las riveras del río Copiapó esperan su anunciada construcción dentro del parque comprometido por la autoridad pertinente; la necesidad de la ampliación de las avenidas Copayapu y Alameda y la confluencia de la doble vía a Caldera con la calle Cancha Rayada y el área poblacional aledaña; generar estacionamientos privados fuera del centro o bien estacionamientos subterráneos y en altura, evitando la precariedad existente en el sector céntrico que sólo aumenta la congestión vehicular; los compromisos de peatonizar el centro de la ciudad y la cobertura de ciclovías; todas son actividades pendientes que deben tener una pronta respuesta.

Son muchos más los proyectos y acciones necesarias de implementarse que no sólo requieren voluntades, proyectos y financiamientos, sino el involucramiento de las autoridades, especialistas y una comunidad organizada y con acceso a estos temas, para hacer de Copiapó la gran ciudad capital. Por lo mismo, debe definirse hacia dónde crecer territorialmente en superficie, altura y subterráneamente. El desarrollo urbano debe permitir que la ciudad crezca en forma responsable y ordenada sin segregación social y evitar la expansión sin una planificación consensuada.

Como se nota, las necesidades son muchas y las soluciones debieran estar ya propuestas y priorizadas por las entidades responsables. En la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Copiapó se ha tomado con mucha preocupación la lentitud de los procesos, no obstante, como institución gremial especialista en temas técnicos y con una alta preocupación y vocación social nos sentimos íntimamente ligados al desarrollo y crecimiento de la región y su calidad de vida, por lo que estamos siempre dispuestos a generar y apoyar iniciativas, conscientes de que todos los grandes proyectos conllevan grandes desafíos.

Bernardo Rojas Herrera

Vicepresidente del Comité de Infraestructura CChC Copiapó