La confianza vale más que el oro

01 / 03 / 13

Quizá no todos saben que desde hace bastantes años atrás las reservas de oro de un país dejaron de ser el respaldo valórico que justificaba la emisión de billetes dentro de lo que conocíamos como parte de la política monetaria de las naciones. Actualmente guardar lingotes de oro no es relevante ni es significativo y ciertamente no representa la verdadera riqueza de un país, sobre todo en estos mercados tan modernos y eficientes que requieren cada vez más tecnología y habilidades en industrialización para el manejo de sus recursos. Por estos tiempos la emisión de dinero guarda estrecha relación con la Confianza del sistema económico. La ecuación dice que el dinero es deuda y la deuda es confianza, por ello toda la estrategia mercantil se basa en la confianza. Un ejemplo brillante de esto es Suiza, una nación limitada en sus recursos y carente de costas, que ofrece uno de los servicios financieros más seguros y exitosos en el mundo, basado esencialmente en la confianza de sus clientes, y no tan sólo los Bancos Suizos son un ejemplo de confianza sino su particular industria. Relojes, Joyas, cuchillería y otros productos que son fabricados allá son para el mundo entero un sinónimo de confianza.

Por el contrario, conocemos algunos tristes ejemplos de países vecinos que han faltado gravemente a esta premisa de confianza, confiscando empresas de capitales extranjeros que operaban normalmente dentro de sus territorios faltando a acuerdos y tratados comerciales, lo que significa haber hipotecado parte de su futuro con la inseguridad y la desconfianza, quedando a merced de  aislar y distanciar la inversión y el desarrollo en esta región del continente.

Les invito a reflexionar brevemente sobre la confianza que tiene nuestra sociedad y lo que marcan tristemente las estadísticas al respecto. ¿Cuánto confiamos en las instituciones, en el gobierno, en las policías, en los políticos y en la justicia?.  ¿Estamos faltando acaso a uno de los más elementales principios que regulan las relaciones entre las personas? ¿Hemos sido capaces de cumplir con lo que hemos prometido? No olvidemos que hoy establecer la confianza es el patrimonio más valioso de la sociedad y sus instituciones, la confianza de una nación vale más que sus reservas de oro. Esta columna nos permite hacer un humilde llamado a la sociedad entera, para seguir posesionando nuestro país como un ejemplo estratégico para las naciones emergentes de Latinoamérica.

Los invito a reflexionar brevemente sobre la confianza que tiene nuestra sociedad y lo que marcan tristemente las estadísticas al respecto.