Los subsidios que no se concretan

12 / 07 / 12

Alejandro Vidal Planas, Presidente CChC Valparaíso

Hace un mes la Cámara Chilena de la Construcción a nivel central recibió la visita del ministro de Vivienda y Urbanismo, Rodrigo Pérez, junto a sus principales asesores.

El objetivo del encuentro de la autoridad con los representantes de la Cámara encabezados por el presidente nacional Gastón Escala y en la que participaron los presidentes de los comités de Vivienda e Inmobiliario, de la Comisión de Urbanismo y el gerente del área, fue conocer directamente de boca del gremio la visión de los empresarios de la construcción acerca de importantes materias sectoriales.

En la oportunidad uno de los temas que concentró la atención fue la marcha de los subsidios para sectores emergentes y medios (DS01) y sobre el asunto hubo una extendida coincidencia en que su aplicación ha sido extremadamente baja.

En efecto, para ilustrar la situación basta considerar que, de acuerdo a los cálculos de nuestra institución, de los 45.000 subsidios de este tipo otorgados en el país, a la fecha sólo se han aplicado unos 2.600, es decir, alrededor de un 5.8% del total.

Esta realidad nacional lamentablemente es muy similar a lo que ocurre en la Región de Valparaíso. Reconociendo primero la dificultad existente para sistematizar la información local, podemos decir que si extrapolamos esta tasa de aplicación respecto de subsidios otorgados, nos encontramos con que en la Región, donde según cifras oficiales se han otorgado alrededor de 3.000 subsidios, se habrían aplicado entonces efectivamente menos de 180 subsidios.

Esta es ciertamente una cifra muy menor a la demanda. Y extremadamente baja si se pone en el contexto de los objetivos de la política habitacional del Estado, que busca terminar con el déficit de viviendas para importantes sectores de la población.

Esta situación de mínima aplicación de estos subsidios se explicaría por la asignación de los mismos a personas que no son sujeto de crédito en el sistema financiero y porque los propios bancos no se muestran dispuestos a otorgar créditos hipotecarios menores a UF 500.

Advertimos que el problema pasa porque las personas que cumplen con las exigencias de la ficha de protección social no son sujetas de crédito. Y los que sí lo son, como la clase media, no reciben subsidios del Estado por alcanzar demasiado puntaje en la ficha de protección. Se genera así un círculo vicioso., que hace que el sistema no funcione.

Por lo mismo la Cámara ha contratado un estudio con una consultora experta que analizará el segmento socioeconómico al cual va enfocado este subsidio y la disposición de la banca a financiarlo.
Valoramos la gran cantidad de subsidios otorgados por el Minvu y reconocemos que ha sido una política pública en muchos ámbitos de un gran éxito y beneficio para el país.

Pero la actual situación, por todas las implicancias y alcances que tiene la construcción de viviendas para el desarrollo regional -desde la inversión y el empleo sectorial a la calidad de vida de las familias-, como gremio nos preocupa mucho.

Y nos preocupa especialmente porque se trata de las capas medias y emergentes, que entendemos que es el sector de la población que más “indefenso” se presenta ante la banca y que por lo mismo más necesita el apoyo del Estado para cumplir el sueño de la casa propia.

En efecto, para este amplio sector de la población es crucial lo que ocurra con los subsidios. Y hoy vemos con preocupación que los subsidios no se están ejecutando.