Impuestos: mejor incentivar el crecimiento

03 / 05 / 12

Alejandro Vidal Planas - Presidente regional CChC

Como Cámara recibimos el anuncio del Presidente de la República con tranquilidad, dado que se hace cargo de una demanda de la ciudadanía en orden a incrementar los recursos fiscales para ser destinados a financiar mayores gastos en educación.

Y si bien lo positivo es que pone la educación en el centro de este esfuerzo país, lo que es un objetivo nacional, y aún cuando el gobierno ha expresado que se buscó limitar eventuales efectos negativos en la inversión y el empleo, como gremio nos preocupa que el mecanismo elegido para generar ingresos fiscales sea aumentar la carga tributaria de las empresas. Y que esto se convierta en tendencia hacia el futuro.

Pensamos que ese es el camino equivocado y que, por el contrario, lo que hay que hacer es seguir incentivando el crecimiento económico del país, generar mejores condiciones para invertir, disminuir la carga de las personas y mejorar la eficiencia con que se gastan los recursos fiscales, que son de todos los chilenos y no del gobierno de turno.

El elemento positivo de la propuesta es la rebaja del impuesto de Timbre y Estampillas, lo que tendría que generar mayor competencia en el mercado y reducir el costo de los créditos.

Es importante precisar que esta opinión es sobre la base de lo que anunció el Presidente, aún cuando falta el cuerpo del texto, por lo que no hay claridad sobre algunos puntos como las reinversiones en las grandes empresas.

Por último, esperamos que el debate público que se genere a partir de la propuesta presidencial, se realice sobre la base de fundamentos técnicos y de manera expedita, para contar pronto con claridad sobre las reglas del juego.

Junto con ello sería bueno que la propuesta del Ejecutivo vaya acompañada de medidas tendientes a optimizar la gestión del Estado y a asegurar la eficiencia en el gasto público y en la focalización de los recursos.

Además, echamos de menos otras medidas de incentivo tributario, más creativas tal vez, como lo fue el crédito del IVA a la construcción, que beneficiaba directamente a los compradores pues se traspasaba en el precio final de la vivienda, o la reducción de impuestos a las personas por créditos hipotecarios en la Declaración Renta.