Cuatro Puentes

21 / 03 / 12

La historia de Chile es también la historia de continuos desastres naturales, los que, independiente de su origen, han afectado a millones de compatriotas. El más reciente que nos ha tocado vivir en Punta Arenas fue el desborde del río Las Minas, que la madrugada del pasado lunes 12 de marzo inundó casi 100 hectáreas del centro histórico de la ciudad, perjudicando directamente a cerca de 4.000 personas y dañando más de 2.000 propiedades. Por fortuna, no hubo víctimas fatales que lamentar. 

De más está decir que todos estos fenómenos ocurren siempre de manera inesperada y, en su gran mayoría, son difíciles de precaver. Pero éste no fue el caso. La necesidad de construir cuatro nuevos puentes en el centro de la ciudad para evitar que el río la inundara se hizo evidente en los años 90, luego de que ocurriera una situación similar a la que hoy estamos lamentando.

Sin embargo, debieron transcurrir poco más de 20 años –y una nueva desgracia– para que este proyecto cobrara urgencia ante los ojos de la autoridad y también para que volviéramos a recordar las razones por las cuales sigue sin concretarse: nula planificación, falta de atribuciones resolutivas de las autoridades regionales que tienen la responsabilidad de representar debida y diligentemente a ministerios y servicios públicos, presupuestos oficiales deficientes, proyectos mal diseñados, procesos de licitación exageradamente burocráticos y un sinfín de razones adicionales.

 No pretendemos asignar responsabilidades políticas. Sí creemos necesario insistir en que, más allá de los gobiernos de turno, la percepción –mayoritaria y fundada– de los habitantes de regiones es que existe abandono en términos de priorización y ejecución de las obras que se requieren para el desarrollo equitativo del territorio nacional y que las catástrofes vuelven a dejar al descubierto una y otra vez.

Hoy son cuatro puentes, pero la lista de estas obras es larga y su inmovilismo nos afecta. Porque somos la gente de regiones quienes vemos con impotencia cómo duermen el “sueño de los justos” las soluciones a nuestras más importantes y trascendentales necesidades. Creemos necesario reflexionar en torno a esta realidad y corregirla cuanto antes, a fin de responder a las regiones que, conjuntamente con Santiago, conformamos este país llamado Chile, el cual –por sobre todo y gracias al valor de sus habitantes– ha sabido reponerse una y otra vez a la adversidad.

Hernán del Canto G.

Presidente

Delegación Punta Arenas CChC

La percepción de los habitantes de regiones es que existe abandono en términos de priorización y ejecución de obras.