
Hombres y mujeres que, con sus manos y su creatividad, sus maquinarias y su espíritu innovador, convierten sueños en obras en casas, edificios, caminos, ciudades, puentes… y en nuevos horizontes.
Sí, somos los hombres y mujeres de la industria de la construcción, pero hay muchos millones más. Los que dedican su vida a cuidar la vida de los demás, las que arriesgan sus vidas para salvar otras vidas, los que cultivan y ofrecen los productos que nos alimentan, las personas de todos los oficios y los constructores tenemos mucho más en común de lo que creemos.