Planificación de la infraestructura

Las graves problemáticas vinculadas con la falta de una infraestructura adecuada en algunos liceos de la región, que tienen en vilo a miles de estudiantes, profesores y apoderados, ponen nuevamente en agenda lo significativo de las obras públicas, entendidas como el soporte estructural que permite el desarrollo sostenible de actividades productivas y sociales en una determinada zona del país.

Pues a lo que ocurre en los liceos, también se suma el hacinamiento en la cárcel de Copiapó -sobrepoblación de más de un 100%-, que provoca dificultades a la hora de enfrentar la seguridad pública, una de las principales preocupaciones, según varias encuestas de percepción, de las personas. Si bien es cierto se ha anunciado que este año se reactivará el proyecto de nuevo recinto penitenciario, aún faltan plazos concretos para su ejecución.

Los atochamientos en las calles de Copiapó, que suelen reproducirse año tras año con el ingreso a clases, siguen desnudando las falencias existentes en conectividad urbana. Es importante reconocer que se ha mejorado -el puente de Diego de Almagro es un buen ejemplo-, pero estos episodios demuestran que el explosivo aumento del parque vehicular no tiene concordancia con la planificación y crecimiento urbano.

Los tres casos anteriores, que pongo como ejemplo porque son parte de la contingencia, visibilizan el déficit de infraestructura que existe en la región y que es momento de abordar con mayor sentido de urgencia, para evitar que las necesidades sociales lleguen antes que las posibles respuestas.

Por lo mismo, es destacable el esfuerzo del Gobierno, a través de las seremis de Obras Públicas y Vivienda y Urbanismo, aumentando considerablemente sus presupuestos para obras de este tipo en 2024, lo mismo los compromisos asumidos por Educación y otros servicios para avanzar con decisión en esta materia. Pero este trabajo debe ir aparejado con una planificación de la infraestructura al mediano y largo plazo -en línea con una visión común, donde informes técnicos, como el ISIT, que publicamos como CChC, pueden ayudar en este desafío-, considerando la realidad regional y sus potencialidades, para que justamente no se agudicen estas problemáticas.

Juan Pablo Hinojosa Usaj
Presidente CChC Atacama