La pandemia en 45 metros cuadrados

15 / 08 / 20
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Por Andrés Angulo, presidente CChC Osorno

Publicada el 15 de agosto en el Diario Austral Osorno

A propósito del estado de pandemia que nos ha sometido a diferentes grados de confinamiento, un joven colega cuestionaba la calidad de vivienda social básica que los diferentes programas de gobierno han entregado a la población, haciendo ver con toda razón, que en ese tipo de inmueble, era imposible cumplir con las normas mínimas de aislamiento que aseguren un efectivo control del contagio. La fría respuesta a su inquietud, fue que para esos casos existían las residencias sanitarias. Este dialogo me hizo recordar a un viejo amigo. De esos que ya partieron, y que se extrañan mucho, quien hace unas década pasó por una crisis de salud lejos de su casa. Superados los primeros momentos, él pidió que lo llevaran de vuelta a su hogar porque en el hospital aseguraba, lo habían curado; pero en su casa, él sabía que iba a sanar. La cura, según mi amigo; era una etapa superada de la enfermedad. Pero, estar sano era un estado de vida.

Este anhelo de “vivir sanos”, que todos hoy compartimos, nos abre la oportunidad de pensar una vivienda que, más allá de los 45 metros cuadrados que forman el espacio físico en el que habita un grupo familiar, sea el lugar que permita la creación de un hogar. Aquel lugar dónde se es capaz de restituir la salud, ese lugar en el que, como decía mi amigo, se vive sanamente, se vive plenamente.

Si bien el estado de pandemia nos ha privado del espacio urbano y del encuentro social, el confinamiento nos devolvió la necesidad y sentido de pertenecer a una comunidad, hoy más que nunca con nuestra salud bajo amenaza, sabemos que habitamos más allá de las cuatro paredes de una casa: cohabitamos con el vecino, pertenecemos a un barrio, somos finalmente, Osorninos.

En resumen, la circunstancia nos convoca a repensar nuestra manera de vivir, desde la vivienda a la ciudad. Teniendo como objetivos la plenitud y calidad de sana vida urbana: este es el desafío. Sin duda, es la ruta a seguir en la gestión a ejecutar en los próximos dos años en perfecta sincronía con la misión de la Cámara Chilena de la Construcción, que específicamente apunta al mejoramiento de la calidad de vida de las personas. Porque hemos aprendido que estar sanos significa contar con las condiciones adecuadas de habitabilidad en nuestros hogares.