Fomentando la creación de una cultura en prevención y seguridad

13 / 04 / 22 Por: Yerko Villela Lopizic, presidente de la Comisión de Minería y Construcción CChC Copiapó
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Los últimos dos años han sido especialmente desafiantes en términos de seguridad laboral en Chile, tomando en cuenta que ya no sólo fue fundamental tomar las medidas necesarias para evitar accidentes en trayectos y espacios laborales, un aspecto en que como gremio hemos venido priorizando y trabajando arduamente en la última década, sino que también enfrentar una pandemia con el objetivo principal de proteger la salud e integridad de los trabajadores y sus familias.

Como empresas constructoras y contratistas locales nos comprometimos fuertemente con este desafío, implementando desde el principio un estricto protocolo sanitario en obras y faenas y además generando una labor coordinada con autoridades, mutualidades y otros actores relacionados para no sólo efectuar una serie de medidas, sino que para fomentar la consolidación de una cultura en prevención y seguridad que incluso pudiera ir más allá de la pandemia que permitiera enfrentar situaciones similares en el futuro.

Con mucha satisfacción podemos destacar el compromiso que ha existido de cada una de las partes para enfrentar una situación inédita y muy compleja para la sociedad en su conjunto, a pesar de las dificultades que ha significado modificar patrones de comportamiento que estaban profundamente enraizados en nuestro sector y además el aumento de costos para las empresas por el alza de los materiales y el corte de cadenas logísticas que pone otro tipo de presiones para su funcionamiento.

Así el compromiso por la seguridad y prevención ha sido el eje fundamental sobre el cual nos hemos mantenido en movimiento desde el inicio de la pandemia, creando las condiciones necesarias para adaptar los espacios laborales incluyendo la flexibilidad y disposición de las empresas y trabajadores para asumir estos cambios, no como transitorios, sino como una nueva manera de trabajar en la construcción, lo que al mismo tiempo permitió proteger miles de empleos y en desarrollo obras claves para mejorar la calidad de vida de la comunidad, que de otra manera se hubieran perdido por paralizaciones o desistimientos de los proyectos.

En esta adaptación -muy rápida y sobre la marcha, como nos ha pasado a todas y todos- en los procesos laborales también influye otra dinámica que se puede vincular con el territorio, que es la incidencia que ha tenido la cultura minera en seguridad -manteniendo bajos índices de accidentes en comparación con otras regiones y actividades económicas-, desarrollada por décadas y que es un ejemplo para las demás industrias. Esto permitió que los cambios en los patrones de conducta a nivel productivo y social no hayan sido tan complejos como en otras zonas del país y los actores pudimos actuar coordinadamente con conocimiento de causa sobre la importancia que tiene para nuestra vida diaria la prevención.

Como Cámara recogemos el guante de lo que significa este desafío y teniendo absoluta conciencia de que la seguridad nunca descansa -un solo descuido puede costar muy caro-, estamos tratando de tomar las buenas prácticas de la minería impulsando entre nuestros socios una estandarización de procesos preventivos, haciendo visitas a terreno para realizar evaluaciones y también comunicando que este desafío nunca podrá abordarse de manera integral si no logramos adquirirlo desde una perspectiva personal y colectiva con el consentimiento de los actores que participamos en esta actividad. Porque la creación de una cultura en prevención y seguridad depende de uno y depende de todos.

Yerko Villela Lopizic
Presidente de la Comisión de Minería y Construcción CChC Copiapó