El precio de los materiales de la construcción

20 / 04 / 22
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Los resultados del último informe Macroeconomía y Construcción (Mach), dados a conocer por la Cámara Chilena de la Construcción a principios de este mes, llevó al gremio a ajustar a la baja su proyección de inversión sectorial para 2022 a nivel nacional. Factores como la alta inflación, los mayores costos, las restricciones para acceder a créditos y el sostenido aumento del precio de los materiales de construcción ha llevado a los expertos a proyectar que la inversión podría caer a lo menos en un 3 por ciento este año en comparación con 2021.

Y es el alza en el precio de los materiales de construcción lo que, a nivel local, nos mantiene más que inquietos, preocupados. En septiembre de 2020 comenzamos a verla de manera sostenida, en un principio, asociada a la baja productividad que generó el confinamiento por la pandemia. Luego, los paquetes asociados a incentivos económicos entregados alrededor del mundo crearon una explosión de demanda en mercados internacionales que significó un menor stock en Chile. Tras esto comenzó la crisis de los contenedores y, ahora, tenemos problemas en los mercados asociados a los productos ferrosos debido al conflicto entre Rusia y Ucrania. Todos estos factores han generado un aumento en los precios de ciertas familias de materiales que el año pasado se estimaba entre un 12 y un 20 por ciento, pero que hoy está llegando a casi un 30 por ciento. Eso se traduce en mayores costos de construcción en todo ámbito: edificación, vivienda social, no social e infraestructura pública.

A esto se suma una baja productividad. Hoy mucha de mano de obra calificada se independizó, por lo que contamos con trabajadores menos especializados al mismo costo de uno capacitado. El desafío es poder calificar nueva mano de obra, pero en este tiempo de ajuste se están produciendo costos, porque las obras se están extendiendo en el tiempo en su ejecución y aumentan los gastos generales. Muchas empresas se encuentran complicadas, especialmente si consideramos que el Riesgo País aumentó y la banca está reticente a financiar las pequeñas y medianas empresas. Hoy se depende cada día más de los estados de pago asociados a los mandantes, los que en algunos casos no están siendo pagados. Si los mandantes siguen sin cumplir en los plazos, vamos a tener un rubro con riesgo de quiebra y de abandono de obras. Necesitamos, con urgencia, elevar la productividad en la construcción y para eso requerimos el cumplimiento de los compromisos de todos los actores, públicos y privados.