El límite urbano ha muerto, viva el territorio

11 / 09 / 21 Por: Andrés Angulo, presidente CChC Osorno
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Por Andrés Angulo, arquitecto y presidente CChC Osorno

Publicado el sábado 11 de septiembre en el Diario Austral Osorno


La noción de una ciudad rodeada de un límite que separaba lo urbano de lo rural, es heredera de la tradición urbana europea; aquella de la ciudad amurallada, con puertas. Esa donde tiene sentido que el alcalde entregue a un visitante ilustre las llaves de la ciudad debido a la existencia de una ‘cerradura’. Fue al paradigma europeo que mencionamos, al que se sumó el concepto de la ciudad cuerpo; que posee un corazón (el centro) y arterías (avenidas). Éste tiene que ver con la geometría y la higiene; habla de una ciudad completa, que finalmente entiende la ciudad como objeto.

Fue el propio estado, creador y defensor acérrimo de los límites urbanos, quien primero los vulneró, pues a través del SERVIU, sacó grandes conjuntos de viviendas sociales fuera del límite urbano. Agreguemos, la privatización de la infraestructura sanitaria, el término de la migración campo ciudad, la urbanización del campo y finalmente, la globalización, que puso a la aldea global en la punta de nuestros dedos y al mismo tiempo, diluyo fronteras y disfuncionales divisiones político administrativas, trayendo a presencia el territorio en tanto unidad productiva, social y cultural estructurada en torno a un centro urbano. Esta nueva lectura de la realidad, presenta a la ciudad como un centro de intermediación que relaciona territorios; un nodo de la red que dejando atrás su condición inicial de objeto, asume la condición de ser parte de un complejo sistema de partes y periferias.

Serán entonces las periferias las que deban reconocer los nuevos límites. En el caso de Osorno, la proyección del área de influencia de Francke, contenida al poniente por el rio Rahue y al Oriente por la línea férrea debe definir su límite norte, que puede incluir o no La Unión. Rahue Bajo y La Mision, contenido por el oriente por el rio Rahue, y al poniente por el océano Pacifico, debe definir su límite sur. Rahue Alto, contenido al poniente por el océano Pacifico, al oriente por el rio Rahue y ruta 5 sur, debe definir su límite sur que puede llegar o no hasta el rio Maullin. Ovejeria, por otra parte, contenida al oriente por el rio Rahue y ruta 5 sur y al oriente por la ruta U-55-V (camino a Octay) debe definir su límite sur que puede llegar o no hasta el rio Maullin y la ribera Norte del Lago Llanquihue. Osorno norte y Pilauco, contenido al poniente por la línea férrea y al oriente por la ruta 5 y el rio Bueno debe definir su límite norte que puede incluir o no Rio Bueno, hasta Paillaco. Chuyaca, contenida al sur por la ruta U-55-V y al norte por la ruta 5 y el rio Bueno reconoce como límite oriente el Puelmapu.

Sin duda alguna, todas estas son importantes reflexiones que deben tenerse en cuenta al momento de planificar nuestra ciudad de futuro. El territorio es vivo, y sus límites deben estar al servicio de él.