ATACAMA | Minería: Motor del desarrollo regional

18 / 07 / 23 Por: Alberto Schmidlin, presidente de la Comisión de Minería y Construcción de la CChC Atacama
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La minería y la región de Atacama tienen una larga historia en común. El yacimiento arqueológico Viña del Cerro, ubicado en Los Loros, que data del siglo XV y que fue un centro metalúrgico diaguita-inca donde se fundió cobre, evidenciando que desde esa época ya se ocupaban complejas técnicas metalúrgicas, es un importante antecedente.

En el siglo XIX, el descubrimiento de Chañarcillo de plata dio un impulso de desarrollo importante para la región (como lo describen los historiadores Guillermo Cortés Lutz y Rodrigo Zalaquett Fuente-Alba en el libro “1859, Retratos y Fuentes para el estudio de la Revolución Constituyente”), no sólo provocando una serie de adelantos tecnológicos, entre los que rápidamente podríamos mencionar al primer ferrocarril que se construyó en Chile y la fundación de la Escuela de Minas, sino que también fomentando un crecimiento arquitectónico y urbanístico en la ciudad de Copiapó (de esa época aún se pueden observar algunas construcciones sobre todo en calle Atacama).

Estos son sólo dos ejemplos -hay muchos más- de la incidencia histórica que ha tenido la minería en nuestra región, como también en la idiosincrasia y cultura, lo que es parte de la construcción de una identidad. Es bueno tenerlo presente, sobre todo pensando en la coyuntura actual, marcada por un momento económico complejo -la inversión minera caería un 42% por falta de nuevos proyectos, según la Corporación de Bienes de Capital-, y en los importantes desafíos que se abren hacia el futuro.

Pues Atacama sigue teniendo un tremendo potencial en esta área; según la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), en su informe “Inversión en la minería chilena – Cartera de proyectos 2022-2031”, se detalla que las regiones de Antofagasta y Atacama concentran el 56% (30% y 26% respectivamente) de la inversión que se proyecta para el país; en el desagregado, en nuestra región serían 19 proyectos por MMUS$19.515. Esto, además, teniendo en cuenta, como han comentado públicamente diversos expertos, lo fundamental que serán minerales como el cobre y el litio para la transición a energías verdes, que es fundamental para abordar el cambio climático.

En este contexto, para una mayor sustentabilidad en el tiempo, los actores locales debemos ser capaces de trabajar en conjunto y viabilizar colaborativamente un proyecto región que permita aprovechar estas potencialidades, lo que sin dudas exigirá compromisos y estrategias. Compartir ideas, fortalecer confianzas y potenciar una visión regionalista, también es clave, siguiendo ejemplos exitosos como el de la Comunidad Económica Europea, que incluso tras la Segunda Guerra Mundial y a pesar de las diferencias, fueron capaces de alinear intereses comunes.

De esta manera, una minería sustentable y responsable, que entre otras medidas deje parte importante de los recursos en las zonas donde opera y al mismo tiempo se comprometa con el medio ambiente, mejorando procesos, tecnologías y haciéndose cargo de los pasivos, es primordial. También entregar oportunidades a quienes forman parte del ecosistema productivo, como empresas y trabajadores locales, dándole mayor valor y fomentando su participación en los proyectos que se ejecutan en la zona. En la misma línea, es imprescindible que se pueden generar vinculaciones virtuosas para que nuestras ciudades entreguen mejor calidad de vida.

Debemos tener claros que la minería seguirá siendo un motor del desarrollo regional, como lo ha sido históricamente, por lo que debemos impulsar una agenda pro-inversión a nivel local, pero también fomentar que esas oportunidades se reflejen en un mejor bienestar para las personas.

Alberto Schmidlin
Presidente de la Comisión de Minería y Construcción
CChC Atacama