MACH 62: inversión en construcción caería 5,3% el próximo año en comparación con 2022

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Estos datos confirman el complejo escenario que enfrenta el sector, frente al cual el presidente de la CChC Antonio Errázuriz, propuso un conjunto de seis medidas.

Una fuerte contracción experimentaría el próximo año la inversión en construcción, la cual retrocedería 5,3% en comparación con este 2022, el que, a su vez, anotaría una caída de 4% según se informó esta mañana en una conferencia de prensa en las dependencias de la CChC.

De esta forma, aunque no de manera consecutiva, la inversión en construcción sumaría ya cinco años con cifras negativas solo considerando el período 2016-2023.

Según explicó Nicolás León, gerente de Estudios y Políticas Públicas, la fuerte caída de este indicador el próximo año “se explicaría por la significativa postergación de proyectos de infraestructura productiva –y, por ende, del gasto en construcción que traen aparejados–, en especial del sector Minería, tal como ha informado la Corporación de Bienes de Capital (CBC)”.

De hecho, en 2023 la inversión en infraestructura productiva, cuyo principal componente es la inversión minera, se contraería 38% respecto de este año, mientras que el gasto en construcción retrocedería 37% en doce meses, lo que no logrará ser compensado por la inversión pública.

El presidente de la CChC, Antonio Errázuriz, en tanto, sostuvo que “uno de los principales desafíos de nuestro país es elevar la inversión, particularmente la privada, que aporta cerca del 80% del PIB y del empleo. Pero desde el 2014 que la inversión viene cayendo, pese a ser clave para enfrentar las recesiones y tener un desarrollo sostenible”.

Complejo escenario

Las cifras de inversión confirman el complejo escenario que enfrenta la construcción. “A la incertidumbre político-regulatoria se suma el alto precio de los materiales, la caída de la demanda inmobiliaria –por las mayores dificultades para acceder a un crédito hipotecario– y los problemas de las empresas para conseguir financiamiento”, explica Paula Urenda, gerenta general del gremio.

“Y esto”, agrega, “ocurre en un contexto de gran burocracia, baja productividad y creciente pérdida de certeza jurídica, ya que no hay permisos ni aprobaciones que hoy aseguren que un proyecto se va a poder ejecutar con relativa normalidad”.

La ejecutiva explica que “esta tormenta” ha provocado quiebra y reorganización de empresas; pérdidas de empleo; daño a la cadena de proveedores; proyectos abandonados, detenidos o con múltiples problemas para seguir desarrollándose; licitaciones con menos oferentes o desiertas y más presión sobre el déficit habitacional y de infraestructura, entre otros.

Seis propuestas CChC

Junto con presentar sus proyecciones para este año y el próximo y comentar el momento por el que atraviesan las empresas del sector, el presidente de la CChC planteó seis medidas que el Estado debiera implementar “con la urgencia que esta situación demanda”:

• Asegurar pago oportuno por servicios prestados, disminuir tiempos de recepción en las Direcciones de Obras Municipales y reponer la certeza jurídica de los permisos.

• Destrabar iniciativas de inversión en curso que enfrentan dificultades para su desarrollo o entrega final por decisiones de distintos organismos públicos.

• Aprobar un reajuste extraordinario a los contratos de obras de infraestructura pública en ejecución, afectados por el fuerte aumento del precio de los materiales.

• Crear una línea de financiamiento especial para las empresas de la construcción (no califican para Fogape) y mejorar el actual mecanismo de reorganización judicial.

• Avanzar en la Agenda Pro Productividad comprometida por el Gobierno. Esta es una “severa debilidad que tenemos como país y como sector”, indicó.

Cambiar el enfoque de la reforma tributaria que se tramita en el Congreso, poniendo énfasis en fomentar la inversión y aumentar la productividad.