Desafíos de Atacama en 2013: energía para un crecimiento sostenido

15 / 03 / 13

La última entrega del Índice de Actividad Económica Regional (INACER), estudio realizado por el INE, trajo preocupación a la región de Atacama. Los resultados del INACER muestran una caída económica en la región de un 6,1% durante el año 2012, números que preocupan a una región que durante los últimos años se mostraba como un modelo de desarrollo económico dentro del país. Uno de los sectores que más incidieron en la disminución de la actividad regional fue la Construcción, resultados que se condicen con los entregados por el Índice de Actividad de la Construcción Regional (INACOR), estudio realizado por la Cámara Chilena de la Construcción, que revela que desde mediados del año pasado el sector comienza a bajar sistemáticamente sus números hasta diciembre, después de haber alcanzado un peak entre enero y abril del 2012.  Y esta tendencia se corrobora este 2013, con el INACOR de enero, que muestra un decrecimiento en la actividad de la construcción de un -8,7%.

Y aunque estos resultados no se están sintiendo en lo inmediato, pues proyectos aprobados en años anteriores como El Titanium, el MallSan Francisco y Atacama Center, por nombrar algunos, están en pleno auge constructivo y dan la impresión de que en Copiapó las construcciones están a la orden del día, los índices que nos muestran tanto el INACER como el INACOR, dan luces de qué puede suceder a futuro con la actividad económica en la zona, en especial con la construcción, y dan un toque de alarma que es importante que los actores inmersos en el desarrollo de la región tomen en cuenta, si no queremos arrepentirnos por no haber actuado cuando aún era tiempo.

Para nadie es un misterio que la mayoría de las actividades productivas de la región están asociadas a la minería y la paralización de proyectos de alta inversión en la zona, como El Morro, Relincho, San Antonio Óxidoo Cerro Casale, están afectando seriamente las previsiones que hasta hace poco se tenían para Atacama. Para ser más gráfico, el año pasado se dejaron de invertir por la paralización de estos proyectos, aproximadamente 18 mil millones de dólares. Se entiende entonces que la falta de energía en la región, producto de la negación al permiso de funcionamiento de distintas iniciativas, es el núcleo del problema, y que no sólo afectará la actividad de la construcción, si no que afectará el emprendimiento, el empleo, el valor de los servicios básicos, por ende la calidad de vida de las personas, y, para que se tome aún más seriedad en el asunto, algo tan significativo para la región como el agua, tanto de servicio urbano como de uso industrial, porque cuesta pensar en cómo funcionará uno de los proyectos más importantes para la solución de este conflicto, que son la instalación de plantas desalinizadoras, si no existe la energía suficiente para que puedan operar.

Así, el 2013 se nos presenta como un año bisagra, donde se deben tomar las decisiones acertadas en cuanto a qué es lo que necesita la región para su desarrollo y cómo llevar estas decisiones a la acción. En este sentido, se hace un emplazamiento para que las autoridades y concretamente el ESTADO Y LOS PARLAMENTARIOS DE TODOS LOS SECTORES POLÍTICOS tomen un rol preponderante en el asunto, y que fijen condiciones y normativas para que instalaciones que tengan como fin proveer energía a la región, puedan operar bajo marcos regulatorios establecidos que permitan su funcionamiento. En el fondo, lo que debe haber es un plan de desarrollo regional con una visión hacia el futuro.

Por nuestro lado, como institución gremial y social íntimamente ligada al desarrollo del país, expresamos nuestra preocupación al respecto y esperamos que este 2013 todos los actores que estamos involucrados en el crecimiento de Atacama, podamos ser parte de un plan de desarrollo regional que esta vez se sostenga en el tiempo.

Alberto Guerrero
presidente Delegación Copiapó
Cámara Chilena de la Construcción

Esperamos que este 2013 todos los actores involucrados en el crecimiento de Atacama, podamos ser parte de un plan de desarrollo regional.