Centro de Neurociencia y permisología

09 / 07 / 24
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Por Arsenio Vallverdú D., presidente CChC Valparaíso

La caída del proyecto del Centro de Neurociencia de Valparaíso es un ejemplo de las trabas a la construcción y de la “permisología” que está asfixiando a Valparaíso y a muchas de nuestras ciudades, frenando el desarrollo del país y afectando el bienestar de la comunidad.

Lo paradójico, además, es que el propio Estado está saboteando proyectos de interés público. En este caso, se trata de una iniciativa valiosa y de vanguardia, que cuenta con amplio respaldo ciudadano. Esta situación es aún más grave para los proyectos privados, que enfrentan trabas que disparan los presupuestos, volviéndolos inviables.

Son muchos los ejemplos de fracasos acumulados sin que nadie asuma responsabilidades. Proyectos habitacionales, de infraestructura y equipamiento urbano, todas iniciativas que benefician a la comunidad y mejoran la calidad de vida de las personas, se ven entrampados. Y, lamentablemente, Valparaíso es sólo el ejemplo paradigmático de esta realidad, que se repite en muchas ciudades afectadas por la falta de planificación urbana.

Para poder recuperar zonas patrimoniales y cascos históricos como el de Valparaíso, que necesitan con urgencia inversiones, se deben realizar modificaciones a la Ley de Monumentos para que, respetando el patrimonio y las normas, se mejore la gestión ante hallazgos arqueológicos, y se destraben y aceleren las tramitaciones del Consejo de Monumentos Nacionales.

El proyecto del Centro de Neurociencia también se relacionaba con iniciativas privadas que acompañarían esa inversión, para la recuperación de ese sector de la ciudad. Esperamos que sobrevivan y que los edificios emblemáticos no sean finalmente devorados por las llamas, la desidia o el abandono.

También esperamos que la experiencia del edificio de Neurociencia no se repita con otros proyectos emblemáticos y urgentes para la ciudad y la región. Es crucial, por ejemplo, garantizar la tramitación oportuna de proyectos como la ampliación portuaria de Puerto Valparaíso.

Para ello, del Poder Ejecutivo se requiere decisión y liderazgo político, y un compromiso de todo el Estado. Y por ello como gremio, solicitamos al gobierno que impulse una gestión integral para coordinar los organismos públicos relacionados, facilitando la tramitación de los permisos y posterior ejecución de los proyectos.

Es ampliamente reconocido hoy, que existe una tramitología excesiva y arbitraria que, sin justificación y sin responsables, eleva desmesuradamente el costo de los proyectos. Esta “permisología” y la incerteza jurídica son factores que provocaron la disminución de la confianza de los actores y la incertidumbre en las comunidades. Y hoy está teniendo un impacto grave en la inversión y el empleo.

Sin embargo, como gremio creemos que con trabajo conjunto, buena voluntad y diálogo, y concretando el Sistema Inteligente de Permisos, podemos recuperar y promover esos proyectos que mejoran la vida de las personas ¡Pongamos manos a la obra!