Aniversario N°89 de Coyhaique: un día para festejar y reflexionar

12 / 10 / 18
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Este 12 de octubre celebramos 89 años desde que Coyhaique o General Baquedano, nombre que recibió en ese entonces, fue fundada en el año 1929. Ubicada en un valle cruzado por el río Simpson y Coyhaique, que vieron florecer a nuestra capital regional “aldea o campamento entre aguas”, de acuerdo con su origen etimológico, proveniente del pueblo Tehuelche.

Nuestra Patagonia, región de Aysén, de naturaleza indómita y hostil, pero con un encanto que atrae cada vez a más visitantes, quienes hechizados regresan a estas tierras, encantados por sus maravillas y porque no, elijen a la Patagonia como su hogar y destino final de vida.

En este nuevo aniversario en donde la comunidad festeja y conmemora felizmente las tradiciones y costumbres que forman parte de nuestra identidad Patagonia, muchas de ellas adquiridas del otro lado de los Andes, pero adaptadas a nuestra región, salen a relucir, entre ellas, los trajes de gauchos, los pies de chamamé, las picardías del truquero, las comidas, los asados parados, jineteadas y tantas más.

Nuestra ciudad desde sus orígenes ha mostrado cambios importantes, tanto en su crecimiento demográfico como en su expansión territorial, hoy somos un Coyhaique que ha crecido, ha logrado de a poco un mayor desarrollo y crecimiento, pero tenemos mucho trabajo más por hacer y tenemos como misión fortalecer las bases que nuestros ancestros cimentaron.

Contamos con mejoras en lo que conectividad se refiere, ya que antaño, para poder contar, por ejemplo, con atención médica, era necesario llegar hasta la localidad de Comodoro, en Argentina, ya que era un viaje más expedito y ante una urgencia era el tramo más corto para atención hospitalaria, además siempre contábamos con familiares que nos podíamos cobijar en sus hogares. Esto ha cambiado en la actualidad ya que se han disminuido los tiempos de traslado hacia otras regiones del país, gracias a la mejora en nuestros caminos y la ruta bimodal de Caleta Gonzalo a Hornopirén, así como también el aumento en los vuelos, encontrando hoy día hasta 4 vuelos diarios a diferencia de años anteriores, en los que contábamos con sólo un vuelo a la semana.

Para que estos cambios continúen, es vital que, para el crecimiento de nuestra capital regional, los distintos actores que componen nuestra comunidad Coyhaiquina se unan para trabajar en forma conjunta, ya sean públicos o privados, así como también los políticos, independiente de su tendencia o color, y seamos capaces de estrechar lazos para así poder ser gestores de nuestro avance hacia un futuro mejor, sin perder nuestra identidad patagona.

Tenemos falencias como ciudad, necesitamos mejorar en muchos aspectos, siendo una tarea pendiente mejorar la infraestructura y conectividad, pero también es necesario contar con una actualización del Plano Regulador, que nos permitan planificar nuestras ciudades, y por consecuencia, la vida de sus ciudadanos. 

Es por eso por lo que, como habitantes de esta extensa región, debemos ser capaces de dar valor a nuestra tierra y considerarla como proveedora de riquezas que nos permitirán gestionar nuestros propios recursos y contar con mayor autonomía en la administración de ellos y de esta forma, lograr una mayor autonomía del estado, de quien históricamente hemos tenido una dependencia económica y revertir el histórico “80-20”, en que el 80% es inversión pública y el 20% es inversión privada.